(Primera flor de hibisco en Las Perdigonas)
A ti, cuyo colorido nos alegra la vista llamando nuestra
atención desde cualquier jardín y haces que nuestros pasos se ralenticen para
contemplarte en todo tu esplendor.
A ti, que cada verano, cuando la mayoría de tus hermanas se
rinden agotadas al calor estival, nos sigues alegrando el corazón con tu
explosión de colores vistosos; rojos, naranja, blancos y amarillos con sus mil
tonalidades.
A ti, que no solo luces esplendoroso en los cuidados
jardines, sino que nos regalas una flor desde aquel más escondido y abandonado
por la mano del hombre, regalando belleza donde recibes desidia.
A ti, hibisco glorioso, rey de parques, plazas, paseos y
jardines…
Gracias por tu generosidad.
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